Vivimos en un mundo nuevo, un mundo que ha cambiado y este cambio se ha producido de manera paulatina. Este cambio ha venido para quedarse y no para.
En mi ámbito profesional yo me encargo de la parte de la tecnología que ayuda, complementa o, muchas veces, complica la vida a la gestión empresarial.
Todos mis compañeros dedican su trabajo a la gestión empresarial de PyMEs directamente o bien a ayudar o a asesorar a quienes realizan dicha gestión. Cada una de estas personas están especializadas en un área de gestión y los cambios tecnológicos les han ido afectando de manera diferente a lo largo del tiempo.
Esta evolución la hemos vivido de manera conjunta y mi labor ha sido ir asesorando, facilitando y formando en la adopción de esas nuevas tecnologías.
Lo primero que la empresa tuvo que cambiar fue todo lo referente a la gestión económica, es decir, la contabilidad para conocer el estado de la empresa, la facturación para cobrar lo antes posible y la gestión de tesorería para controlar los cobros y pagos. Recuerdo aquellas impresoras matriciales imprimiendo cajas enteras de papel «pijama» con los Diarios, que dejábamos imprimiendo por la noche para no soportar el ruido que hacían, empalmando el final de una caja con el comienzo de la siguiente.
Las personas responsables de esas áreas de gestión tuvieron que adaptarse rápidamente y ver cómo ese trabajo que antes costaba horas y horas, cada vez se iba reduciendo más. Habíamos conseguido llegar a la etapa de «mecanización» de la gestión. El resto de áreas, se fueron incorporando paulatinamente, almacenes, compras, producción, nóminas, …
Aquellas cosas que resultaba costoso mecanizar, se seguían realizando de manera manual, no automatizada y la gestión más o menos, funcionaba. Pero, en breve esa situación cambió.
La mecanización no sólo mejoraba el control y optimizaba el trabajo de control y gestión, sino que además generaba grandes cantidades de información que había que gestionar de una manera diferente a como mis compañeros conocían. Pasamos de la mecanización a la gestión de la información.
Para ello, también fuimos utilizando herramientas, técnicas y sistemas de gestión especializados y herramientas generalistas, para aquellas áreas que no podíamos usar programas específicos. La mejor y más utilizada de estas herramientas fue la hoja de calculo (esa famosa «Excel» que todo el mundo usa no fue conocida por muchos antes de 1995).
Como siempre, los primeros en utilizarla fueron los financieros, posteriormente los gestores y planificadores de producción y los controllers de ventas. La hoja de cálculo permitía a los gestores tener un lugar en el que gestionar las informaciones generadas en cada una de las áreas mecanizadas. Estos volúmenes de información gestionados correctamente producían informaciones de valor que se transformaban en conocimiento en las organizaciones.
Pasamos de la era de la mecanización, a la de la información, y llegamos ya a la era de la gestión del conocimiento. Ese conocimiento generado en las organizaciones se convertía en el nuevo objetivo de gestión. Pero la tecnología seguía avanzando, y ese conocimiento cambió con la revolución de la comunicación que supuso internet.
En esa pelea estamos, en la era de la Web 2.0, en la que la información y el conocimiento fluyen por la red, donde puedes encontrar especialistas y soluciones de manera inmediata para cualquier área o problema. Las reglas del juego han cambiado. Nuestros profesionales y expertos en gestión tienen que adaptarse a estos cambios.
Especialidades tan restringidas a compartir conocimiento en áreas de gestión, ahora hacen esfuerzos por posicionarse en este nuevo mundo. Hemos pasado de publicaciones exclusivas para élites directivas a portales abiertos en los que se comparte el conocimiento, las novedades, nuevas técnicas y tecnologías aplicadas a la gestión y buenas prácticas.
Uno de esos portales especializados en Gestión para PyMEs es la Revista Digital sobre Gestión Empresarial – PyMEs «Gestion.org». En el enlace se puede observar una de las áreas que siempre han sido más cerradas al exterior, los Recursos Humanos, y dentro de ella, la Selección de Personal, uno de los aspectos más críticos en un PyME por su impacto en su cuenta de resultados. Ya ningún área queda fuera de internet, o estás en ella o no estás (y no existes).
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