Un amigo me pregunta por algún manual básico o guía sencilla para explicar lo que es Twitter a personas a quienes no les gusta o que tienen una idea diferente de la que tenemos los que utilizamos la red. Ocurre que en muchos casos, cuando algo no existe en internet, lo creamos nosotros mismos. Espero que este texto le sirva para compartirlo con sus amigos y que les resulte de utilidad.
Mi visión de Twitter viene de la experiencia. He de decir que cuando conocí de la herramienta me pareció una tontería “para qué sirve eso de decir algo con 144 caracteres”. Creé mi cuenta, me di un paseo por ella, cacharreé un poco y no le vi mucho sentido, la abandoné.
Posteriormente, como en muchos otros casos, Enpresa Digitala, iniciativa de SPRI organizó un taller de Twitter en el que un amigo impartía sus conocimientos sobre ella en un entorno profesional de trabajo. Las formaciones que impartía mi amigo siempre me resultaban interesantes y no lo dudé, asistí y vi una manera diferente de utilizar la herramienta, empezando a verle una estructura lógica que se acercaba a mi manera de comunicar.
Hasta entonces, mi contacto con el mundo 2.0 tenía que ver con una iniciativa innovadora denominada “Wiki” y un mundo nuevo denominado “Blog”. Descubrí que en lugar de tomar apuntes en un papel para luego perderlo, me gustaba asistir a los eventos y extraer los conocimientos recibidos en forma de texto en mi blog en directo.
Mientras yo hacía esto, me di cuenta de que en mi entorno hacían algo parecido, extraían frases, citas, conocimientos y los anotaban y compartían, pero no en un papel, una wiki o un blog, sino en ese nuevo canal, Twitter.
Descubrí que estar atento a un evento en el que alguien quería transmitir una idea, extractar ese conocimiento y sintetizarlo en una sola frase era un ejercicio que me requería un esfuerzo de atención y de reflexión intenso y que además, compartiéndolo a través de Twitter, cualquiera podía conocer lo mismo que yo estaba transmitiendo.
Me especialicé en “tuitear eventos”. Había gente que decía “qué bien, si va Venan y lo tuitea, mejor que si lo estuviéramos viendo en directo”. Se me daba realmente bien.
Además del esfuerzo de sintetización de los mensajes y la corrección en los contenidos, mis tuits iban “enriquecidos”, siempre con #hashtag adecuados, aprendiendo de las buenas prácticas de los que yo consideraba referentes. Descubrí entonces un nuevo fenómeno que dimos en llamar “backchannel”. Este backchannel era una conversación que se producía en torno a un evento, fuera del propio evento, en ese otro canal, en Twitter, y normalmente se hacía en torno a una palabra clave, “hashtag” elegida al azar o por la organización o el ponente y en torno al cual se producía una conversación.
En los tuits, además de utilizar los hashtag adecuados, y no abusar de los mismos, acostumbro a citar a los ponentes o las personas implicadas en la conversación. Para ello, investigo si esas personas tienen cuenta en Twitter o si la tienen su empresa, organización, producto, … y para citarlas es tan sencillo como poner @nombre_cuenta y esa persona sabrá que la estás citando. Esto se llama “mention”. Si la citación se produce al comienzo de un tuit, entonces estás dirigiéndote directamente a dicha persona. También adquirí la costumbre de añadir al final de un tuit la expresión: “Cc/ @nombre_cuenta” cuando quería que un mensaje recibiera una “copia” otra persona.
Con estos dos caracteres, # para las etiquetas y @ para citar, ya podías establecer una conversación con otra persona a través del nuevo canal.
Además de tuitear, también se puede “gustar” un tuit que quiere decir que estás de acuerdo con su contenido, o bien se puede “retuitear”, es decir “RT”, que significa que amplificas el mensaje original con la fuente original haciéndolo tuyo.
Estas son las normas básicas. A partir de ahí, Twitter es un canal de infromación que muchos creen o usan de manera unidireccional, pero que en realidad puede y debe ser conversacional y en el que la conversación puede ser entre tantas personas como quieran participar.
Se da la circunstancia de que en algunos eventos en los que el contenido no es interesante, la gente se va a Twitter a hablar de pájaros y flores, produciéndose incluso conversaciones más interesantes en el canal que en el propio evento.
Cuando el ponente tiene contenido de interés y es brillante, siempre hay una serie de personas que extraen las ideas de lo que está ocurriendo y las comparten con sus seguidores estén presentes o no a través de Twitter. Normalmente esto se hace utilizando un #hashtag acordado por los asistentes o propuesto por la organización.
A este efecto se suele añadir la propia organización a través de los Community Managers, lanzando mensajes fuerza que reflejan lo que está ocurriendo en el evento, y muchas veces incluso los propios ponentes durante su ponencia tienen programados los mensajes que quieren transmitir de manera que se emiten mientras ellos lo explican en directo.
Cuando en una ponencia se cita a un autor, a una obra, o se utiliza un vídeo o un diagrama o imagen, yo suelo buscarlo en internet y lo cito citando a su vez a quien lo está contando con el enlace al original. Cuando se trata de una imagen o de una transparencia con un diagrama, normalmente se hace una foto en la que junto al tuit se explica la idea. Posteriormente, se incluyó la posibilidad de citar hasta 10 cuentas asociadas a una imagen.
Tiene un impacto muy grande también el citar un estudio, en cuyo caso lo buscas en internet y compartes el enlace al estudio en cuestión lo que la gente agradece mucho (tus seguidores o los seguidores del hashtag del evento). También, muchos de los vídeos que se utilizan por los ponentes en los eventos están previamente subidos a internet, en cuyo caso, los citas o incrustas en tu tuit.
Las dos últimas novedades que se incorporaron a Twitter fue la posibilidad de emitir en directo un vídeo a través de Twitter, mediante una herramienta denominada “Periscope”. Y la última de todas, es la ampliación de la longitud de los mensajes, que para los “viejunos” ha supuesto desvirtuar el valor que para nosotros supone que una persona sea capaz de reducir su pensamiento en una frase breve.
Lo que ya no es tan fácil de transmitir es para qué usamos Twitter, además de como canal de comunicación, como parte de tu entorno personal de aprendizaje, creando una comunidad virtual en la que las personas nos seguimos unas a otras para compartir conocimientos, opiniones, ideas, y debatirlas en abierto en la red. Esto es mucho más fácil explicarlo mediante ejemplos.
¿Quieres conocer cómo lo hacemos? Para eso, tendrías que entrar en Twitter y echar un vistazo a las conversaciones, cómo se producen, en torno a qué temas, qué personas, y con qué objetivo, con unas breves indicaciones de personas y temas interesantes seguro que acabas viendo la red como algo diferente al usado por Trump y las celebrities.
Venan @vllona
Excelente post-guía, Venan, de parte de «ese amigo» que últimamente está ayudando para que distintos colectivos se adentren en el mundo Twitter,…